sábado, 9 de enero de 2016

Gil DELAMARE (1924 – 1966) Francia

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GIL DELAMARE – POR VOS HE DE MORIR



310506

amigos,

   hoy se cumple el 40º aniversario de la muerte de un tipo fantástico, héroe de los infantes de mi generación.

   No fue un piloto automovilista de competición pero sí un volante de primera clase, especialista en derrapajes controlados, accidentes provocados y otros tipos de acrobacias.

   Debía tratarse de uno de esos individuos que no pueden vivir sin constantes descargas de adrenalina. Ha habido muchos pilotos de competición que, tras tener que dejar las carreras, no han tardado en optar por otro deporte de riesgo y emoción (ski, paracaidismo, motonáutica, parapente, vuelo acrobático, motonieve...). Los ejemplos de estos adictos al riesgo son numerosos. Gente para la que la vida es insoportable sin emociones –con lo incómodas que resultan–. La mayor parte de los pilotos automovilistas son personas de esta clase, independientemente de que se hallen más o menos dotados para desarrollar su afición, de que se trate de profesionales o de aficionados.

   Delamare no arriesgaba la vida sólo para su íntima satisfacción. Un poso exhibicionista le movería a hacerlo para el público, sin duda. Lo hacía  para nosotros.  Así, tuvo la fortuna de poder ganarse la vida, mal que bien, siempre inmerso en el peligro, en la vorágine del riesgo extremo. Pero no era solamente por dinero; como los artistas de circo, necesitaba sentir la admiración de un público al que se debía. Claro, acabó matándose.

   Bueno, pues aquí está mi particular homenaje a otro héroe olvidado.

hastaluego



Gil  DELAMARE   (1924 – 1966)          Francia      230397 actualizado 90116


"Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero."

Garcilaso


   Nacido como Gilbert-Yves de la Mare de Villenaire de Chenevarin el 14 de Octubre de 1924 en París, abandonó los estudios de Derecho, puesto que su espíritu aventurero y su amor por el riesgo y las sensaciones de fuerte sabor le llevaron a especializarse en todo tipo de hazañas arriesgadas y seguir los pasos de los legendarios Yakima Canutt (1895-1986) o Reg Kavanagh, convirtiéndose en cascadeur  o stunt-man  cinemátográfico para doblar a las estrellas de las que no convenía que se rompieran una pierna durante el rodaje –sobre todo, si tenían pendiente de filmar una escena de baile–.


En 1948 dobló a Fernand Gravey (1905-1970) en "DuGuesclin" (dirigida por Bernard de LaTour), su primer trabajo en el cine como stunt-man.
En 1951 hizo lo mismo para Gérard Philipe (1922-1959) en "Fanfan La Tulipe" (Christian-Jacque)
(archivo "Ciné-Revue")

Gil DELAMARE en 1954, durante el rodaje del film “Bonnes à Tuer”, de Henri Decoin
(archivo http://php88.free.fr/bdff/image_film.php?ID=9631

DELAMARE debía estar dispuesto a sustituir a cualquier actor –o actriz– en las escenas peligrosas. En la foto lo vemos reemplazando a Kerima en “Goubbiah, mon Amour” (1956, Robert Daréne); Kerima era “Carola”, la protagonista, pero Gil también actuaba en un papel secundario como “Peppo”, el novio de “Trinidad” (Delia Scala).
A lo largo de su vida actuó como figurante o actor de reparto en una cuarentena de films, desde “Bel Cupidon” (1949, Marc-Gilbert Sauvajon) hasta “Coplan FX18 Casse Tout” (1965, Riccardo Freda).
Intervino también en varias películas en calidad de director de los efectos especiales y de consultor para  cascades y stunts,  como en "The Longest Day" (1962, Darryl F. Zanuck, Ken Annakin, Andrew Marton, Bernhard Wicki y Gerd Oswald)
(archivo "Ciné-Revue")

   Especializado en el pilotaje acrobático, generalmente se solicitaban sus servicios para escenificar accidentes de vehículos o secuencias de conducción al límite, ya que era un volante de primera. En Francia, su especialidad sería continuada por Rémy Julienne o Jean Sunny, y los ex corredores Jacques Insermini y Raymond Touroul, entre otros.

Jean Sunny, otro  casse-cou  de la misma estirpe
(de http://www.leblogauto.com/2009/10/jean-sunny-champion-du-monde-de-voltige.html)




A partir de entonces, DELAMARE se especializó en colisiones, accidentes y acrobacias para el cine con vehículos de segunda mano
(archivo “L’Automobile”)



Aquí lo vemos doblando a Eddie Constantine (1913-1993), Jean Marais (1913-1998) y Lino Ventura (1919-1987) en accidentes provocados mucho más complicados que el que le llevó a la muerte.
Se trata de las películas “Vôtre Dévoué Blake” (1954, Jean Laviron y Jérôme Epstein),
“Fantômas se Déchaine” (1965, André Hunebelle)
y “Ne nous fâchons pas" (1966, Georges Lautner)
(archivos “L’Automobile” y "Ciné-Revue")

   También montaba espectáculos donde se podían ver automóviles saltando, atravesando barreras de fuego o chocando unos contra otros.


En su espectáculo también había carreras del tipo Demolition Derby.
Aunque no siempre todo salía bien
(archivo "Ciné-Revue")


DELAMARE se prestaba a todo tipo de propaganda: un reloj antichoque en 1957, un cigarrillo en 1961, pero sólo por dinero. Indudablemente, Gil fumaba, pero no sabemos si Camel era su marca favorita (aunque sí parece que es la preferida de un cierto presidente de gobierno que promulgó una inicua ley contra los fumadores)
(en http://www.memory-pub.com/publicite-8091-fr-horlogerie_bijouterie_montres_kelton_gil_delamare.html
y "Paris Match")


Tampoco el funambulismo o el trapecio sin red le asustaban
(archivo "Ciné-Revue")

Gil DELAMARE, un espíritu libre siempre en el filo de la navaja
(en “L’Automobile”)

   También se especializó en acrobacias sobre avionetas y en saltos en caída libre.


Para sus películas de acción, DELAMARE ya había tenido que saltar desde aviones
(archivo “L’Automobile”)




Acrobacias en el exterior de una avioneta, suspensión sobre los Alpes y caída libre en el Canal de La Mancha
(archivos "Ciné-Revue" y “L’Automobile”)

   Autor del libro autobiográfico “Le Risque est mon Métier”, Gil se mató el martes 31 de Mayo de 1966 durante el rodaje del film “Le Saint Prend l’Affût” (1966, Christian-Jacque), al efectuar un trompo de 180º con un descapotable sobre un segmento de autopista en construcción situado en Bobigny (Seine-Saint-Denis). Después de ser autor de miles de colisiones, acrobacias, derrapajes y tête-à-queuesse fracturó el cráneo en un trompo banal cuando doblaba a Jean Marais y, por exigencias de guión, no podía utilizar casco. Y eso que, según su costumbre, debía haber ensayado la maniobra decenas de veces previamente con neumáticos de poca adherencia y bajos de presión.

Después de rodar “Fantômas” (1964, André Hunebelle), un atlético Jean Marais encarnaba el personaje de “The Saint” (Simon Templar, el justiciero creado por Leslie Charteris). En su juventud y hasta avanzada edad, Marais no toleraba que le doblaran en las escenas peligrosas de sus películas de capa y espada o de acción, lo que se puede apreciar perfectamente en una secuencia de “Fantômas”, la de la carrera por los tejados para acabar colgado de la escala que pende de un helicóptero.
Pero en 1966 ya tenía 53 años y las acrobacias en automóvil no eran su especialidad

   Inesperadamente, el Renault Caravelle cabriolet se acuñó en lugar de deslizarse y volcó. Se dijo que un bienintencionado técnico había tomado la decisión motu proprio de poner neumáticos nuevos al auto al ver muy desgastados los que llevaba. Pero debe tratarse de un bulo, porque es improbable que Gil Delamare no hubiera controlado cada detalle antes de la filmación de la acción definitiva. Al volcar, su cabeza golpeó contra el montante del parabrisas, y eso fue suficiente para producirle la muerte. Con él iban la especialista Odile Astié y el stunt-man Gaston Woignez, que resultaron suavemente depositados sobre el asfalto. Quedaron ilesos pero muy impresionados.

Momento en el que el Caravelle se acuña en el asfalto y comienza el vuelco.
Efectuar un trompo de media vuelta con ayuda del freno de mano actuando sobre las ruedas traseras era un juego de niños para DELAMARE, que podría haber hecho trescientos seguidos con los ojos cerrados. Pero en este caso algo falló. Quizá no ensayó previamente la maniobra bastantes veces sobre el adherente asfalto nuevo de ese tramo de autopista a punto de inaugurarse; tal vez era cierto que le pusieron ruedas nuevas al auto y no se fijó…
Sin embargo, era consciente por su oficio de que un vuelco es siempre posible y de resultados muy graves en un cabriolet sin roll-bar ni arneses ni cascos

   Gil Delamare fue sepultado en el Cimetière de Saint-Maur-des-Fossés, en Val-de-Marne.

   Gérard Streiff, piloto aviador militar cuando conoció a Delamare en la filmación de una secuencia de “Fantômas”, decidió seguir su ejemplo y hacerse cascadeura partir de entonces, sirviendo a Gil como su piloto personal y llegando a ser su discípulo. Su autorizada opinión sobre el acróbata desaparecido es ésta:  “Gil era, ante todo, una presencia, un arte de vivir. Era el milagro que había que presentar cada mañana para espabilar a un público hastiado y ávido...”  [Gil, c’était avant tout une presence, un art de vivre. C’était le miracle qu’il fallait presenter chaque matin pour réveiller un public blasé et avide…”]

Gérard Streiff
(de “L’Automobile”)

   En su libro, Delamare explicaba su filosofía del  gusto por el riesgo  y replicaba a quienes le tachaban de suicida con un estilo fluido y directo del que, sin embargo, se excusaba:  “Es difícil decir todo esto. Sería preciso tener talento. El talento, la creación artística, es otra forma de exorcizar el destino. Si yo hubiese tenido talento me habría gustado ser Hemingway; este personaje me fascina: el hombre y el autor. Un día ha decidido matarse. Matarse, ¡es fantástico!: detener la propia vida cuando a uno le parece, sin dejar nada al azar... Sin embargo, ¿quién había amado la vida más que él, que Hemingway? Cuando Colette Duval me abandonó, se dijo que yo buscaba la muerte en mis experiencias de hombre-pájaro. ¡Qué idiotez! No he buscado la muerte jamás; adoro la vida. Y todo lo que hago lo prueba: el peligro no ha sido nunca para mí sino un medio de dar sentido y valor a mi vida. Por otra parte, si yo buscase la muerte, sería tan fácil...”

Gil y Colette posan en España sobre una Vespa
(de "Velocidad")


Caída libre con Colette
(archivos "Ciné-Revue" y “L’Automobile”)

Nada se libraba de sus excesos. Aquí lo vemos sometiendo a trato "inhumano" a una furgoneta Berliet Stradair en 1965
(de "L'Automobile")

    Quizá pueda ser considerado Gil Delamare salvador de cientos de miles de vidas, por lo que, al igual que el de Alexander Fleming, su nombre debería lucir en calles y plazas de todo el mundo. Porque, como reza el titular de portada de la revista “Velocidad” que da noticia de su muerte, contribuyó notablemente a la seguridad del automovilista al ser un ardiente defensor del cinturón de amarre que, en aquella época, aún no era de uso obligatorio en Europa, siendo rechazado por un sector de los usuarios que juzgaban, equivocadamente, que era preferible salir despedido del auto en caso de colisión.

   Y, para probar su eficacia, efectuó numerosos ensayos en los que se jugó la vida, lo mismo que en sus acrobacias automovilísticas o cuando, en caída libre, abría el paracaídas  “al ras de las margaritas”




Por convicción, además de por contrato, Gil DELAMARE era un propagandista del cinturón de seguridad en automóviles en una época en la que su uso no era obligatorio. Para promocionarlo, se sometió a duras pruebas que comportaban riesgo evidente. Así, se encargó de ensayar diversos cinturones de retención con múltiples accidentes provocados, choques y vuelcos. Con estas pruebas contribuyó a mejorar los sistemas y los materiales, convencer a mucha gente y ahorrar vidas. Si alguien sabía de la eficacia del  safety belt,  era él.
En la primera foto se le ve después de estrellarse a 80 Km/h para probar un cinturón de seguridad Tergal.
En la segunda y tercera hace lo mismo, chocando y volcando con un Austin A30 y saliendo ileso.
Luego lo vemos en una prueba menos destructiva, con un asiento proyectado sobre carriles y frenado bruscamente, simulando un choque frontal
(de “Ciné-Revue” y "Velocidad")



Gil DELAMARE (1924–1966)
(archivos http://cinelover.canalblog.com/archives/2011/10/15/22349561.html,
 http://www.kino-teatr.ru/kino/acter/m/euro/108581/foto/162264/
y "Ciné-Revue")


L’Automobile: Junio de 1966, pg. 89-93; Marzo de 1968 (Jean-Yves Montagu/Gérard Streiff), pg. 89; Mayo de 1971, pg. 64
Ciné-Revue: 9 de Junio de 1966, pg. 10
Velocidad: 11 de Junio de 1966, pg. 1 y 12
Paris-Match: 11 de Junio de 1966 (Gil Delamare)
http://fr.wikipedia.org/wiki/Gil_Delamare
http://lesitededjails.free.fr/vaillant/'
http://spanish.imdb.com/name/nm0216203/
http://cinelover.canalblog.com/archives/2011/10/15/22349561.html
Juan Paredes (90514)


No Mirando a Nuestro Daño
(Todos los Pilotos Muertos)

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